Todos tenemos ese amigo que se despierta a las 4 de la mañana para ir al gimnasio antes de ir a trabajar. Probablemente pienses que es simplemente una de esas personas realmente disciplinadas. Nacieron así, ¿verdad?

Pero ¿y si la autodisciplina no es una poción mágica? La ciencia conductual cada vez descubre más evidencia de que los logros tienen más que ver con sacar partido de nuestras personalidades únicas que de dominar cualquier atributo en particular.

En resumen, todos respondemos de forma diferente a las expectativas, y a todos nos motivan diferentes cuestiones. El éxito se trata de registrar cómo estás conectado y buscar una solución que funcione con tu personalidad, y no en contra de ella.

La persona que sigue reglas

Afortunadamente para ti, la mayoría de los consejos estándar para lograr objetivos funcionarán ya que tu personalidad responde bien a la mayoría de las expectativas razonables. Sólo necesitas un plan claro y algunas precauciones para mantenerte en camino:

  • Escribe tu objetivo y divídelo en logros y pasos más pequeños. Decide un premio para cada desafío para hacerlo divertido.
  • Lo que sea que debas hacer, incluye los pasos en tu cronograma. Si es una tarea que no disfrutas, pon un premio en el cronograma justo después. Llamada de ventas a las 3:00 p.m., una caminata de diez minutos a las 4:00 p.m.
  • Mantén un seguimiento de tu recorrido y revisa tu progreso periódicamente. Ver tu progreso ayuda a mantener alta tu motivación.
  • Date permiso para cambiar un plan que se ajuste mejor a tu estilo de vida. No poder hacer yoga cuatro veces a la semana no significa que no puedas tener un objetivo. Basa tus objetivos en algo que pueda adaptarse a tu estilo de vida.
  • Prepárate para el éxito al planificar por adelantado. Prepara tu equipo de gimnasia la noche anterior. Automatiza las deducciones para ahorro. Usa la tarde del domingo para elaborar snacks saludables para la semana.
  • Desafía tu memoria. ¿Recuerdas a la hora de dormir que olvidaste tus medicamentos de la mañana? Pon el frasco en tu lavabo a la noche. ¿Siempre pierdes tus auriculares en el bolso del gimnasio? Guárdalos en un bolsillo con algunos TicTac. Toma un premio cada vez que los pones en su lugar.
  • Únete a un grupo con un objetivo similar para mantener la motivación, como un grupo para correr los domingos, un grupo de Facebook, o un club de lectura.
  • Anótate en un desafío. Aceptar correr una carrera, hablar en un evento, o reunirte con un nuevo coach puede motivarnos a trabajar en nuestros objetivos.

Pero no todos somos seguidores de reglas. Si te resulta difícil alcanzar ciertos tipos de objetivos, es posible que tu personalidad se encuentre dentro de una de estas esferas:

La persona complaciente

Luchas por lograr objetivos personales o relacionados con el cuidado personal, pero siempre cumples con tus plazos de trabajo y te aseguras de que tu familia tenga todo lo necesario. Dado que te motiva poner a otros en primer lugar, necesitas anclar tus objetivos personales alrededor de otras personas.

  • Cambia tu calzado con tu compañera de gimnasia. Si alguna no llega a tiempo, la otra no puede ejercitar.
  • Haz que el premio de una semana de éxito sea un premio familiar.
  • Haz que todos los que te rodean conozcan tu objetivo y pídeles que lo sigan contigo. Darse por vencida significará decepcionar a otros.
  • ¿Quieres aprender una nueva disciplina pero no encuentras el tiempo para hacerlo? Inscríbete en una clase estructurada con una profesora y un plan de estudios atado a un período de tiempo.
  • Usa un rastreador social como Strava que registre tus entrenamientos. Cuando estés tentada a terminar antes tu ejercicio, recordarás que todos verán cómo has entrenado.
  • Pon tu objetivo primero en el calendario. Las necesidades de otros encuentran la forma de descarrilar tu día, así que lo que sea que desees lograr debes hacerlo antes de encender el teléfono o abrir un correo electrónico.

La persona que resiente las reglas

Es posible que hayas disfrutado del entrenamiento de fuerza, hasta que tu médico te dijo que comenzaras a realizar un entrenamiento de fuerza. Te irritan las expectativas y te resistes a imponerte reglas. ¿Y las reglas de otros? Olvídalo. Para alcanzar objetivos, deben ser tus objetivos, por tus motivos, y realizados según tu cronograma.

  • Si deseas ser más activa, es más conveniente que lo seas cuando surge la inspiración que seguir un plan impreso. Ten tu bicicleta en la oficina o el bolso del gimnasio en tu automóvil. Mantén un par de momentos libres en tu cronograma para una caminata por la tarde.
  • ¿Quieres escribir una novela? No te establezcas un plazo de tiempo u objetivo en cantidad de palabras. En lugar de eso, enfócate en hacer huecos dentro de tu tiempo personal. Cuando llega ese momento, elige el formato y la ubicación que mejor se adapten a tu ánimo. Escribir en tu teléfono, garabatear en un anotador y crear notas de audio, todo cuenta.
  • Encuentra una forma de fijar los objetivos a tu propósito. No trabajes hacia una cuota de ventas porque alguien te dijo que lo hagas. Hazlo porque la bonificación combina con tu plan de retirarte antes y navegar por el mundo.
  • Elige lo que funciona, olvídate de la alineación perfecta. Si salir a correr los domingos con amigos es el único ejercicio que disfrutas, no te fuerces a correr sola tres veces por semana porque el plan de entrenamiento lo dice. Encuentra otras actividades de resistencia que puedas disfrutar sola, o encuentra más amigos para salir a correr entre semana.

El detective del tecnicismo

Eres confiable para cumplir los objetivos que te estableces. Pero las cuotas en el trabajo y las directivas como «come cinco vegetales por día» parecen tan arbitrarias y tontas. Funcionas bien con seis horas de sueño, ¿entonces para qué intentar dormir ocho? Necesitas saber el por qué antes de aceptar un objetivo. Primero necesitas ver algo de investigación, y luego sumarte.

  • Reconoce tu deseo de abandonar un plan cuando ves una salida. Hace demasiado frío para correr. No puedo ahorrar este mes porque tengo que comprar regalos. En lugar de buscar salidas, busca formas de personalizar tu plan para poder seguir avanzando. Llueve, así que correré en el gimnasio. Compraré los regalos, pero igual puedo ahorrar la mitad de mi objetivo si este mes no salgo a comer afuera. En lugar de aceptar el plan de entrenamiento para maratón de tu compañera de trabajo, haz tu propia investigación. Elige un plan que parezca el más evaluado y respaldado por la ciencia. Luego controla tu progreso con una aplicación de seguimiento de datos para poder ver el crecimiento en la eficiencia de tu cuerpo. Es más probable que te adhieras al plan cuando sabes que es sólido y puedes verlo funcionando.
  • Necesitas ahorrar para la jubilación, pero la regla del 20 % parece un tanto arbitraria. Usa el tiempo para hacer la cuenta tú misma. Luego desarrolla un plan de ahorro que tenga sentido para ti. Para finalizar, automatiza tus ahorros para dejar de cuestionarlos.

¿Te reconoces en alguno de estos patrones? Para complicarlo más, muchas de nosotras somos una combinación de distintas características. Podemos ser personas complacientes en nuestras vidas personales, personas que siguen las reglas en la oficina, pero personas que se resisten a las reglas cuando se trata de nutrición o ejercicio. Al examinar tus reacciones y conductas, puedes identificar la estrategia que pueda simplemente ayudarte a lograr el éxito.